HASSELBLAD CELEBRA EL 50º ANIVERSARIO DEL PRIMER ATERRIZAJE EN LA LUNA
COMO LA CÁMARA QUE DOCUMENTÓ EL MOMENTO HISTÓRICO
Gotemburgo, julio 2019
Poco después de que el módulo lunar Eagle tocó tierra en la Base tranquilidad, los astronautas Aldrin y Armstrong, que llegaron con la misión Apollo 11, se pusieron el traje espacial y, con mucho cuidado, pisaron por primera vez en la historia de la humanidad el polvoriento suelo de la superficie lunar. Como cabe esperar, las herramientas que fueron empleadas para documentar este magno acontecimiento representaban las mejores tecnologías de su tiempo, incluyendo las prestigiosas cámaras fotográficas Hasselblad. Esta elección fue el resultado de muchos años de colaboración entre el fabricante sueco y la agencia espacial americana que se aseguraron de que la cámara de formato medio profesional pudiese aguantar los rigores de temperaturas extremas, vibraciones o falta de gravedad. Las fotografías realizadas con estas icónicas cámaras no solo han sido el medio de expresión de los mejores fotógrafos, sino que han sido también el más fiel y preciso exponente de gran parte de la historia del siglo XX y XXI.
Cincuenta años más tarde, el 20 de julio de 2019, Hasselblad celebra con orgullo su participación en dicho logro al haber sido el proveedor de las cámaras que fueron elegidas por la NASA para la fotografía espacial y, conviene recordar, las cámaras que documentaron el momento histórico de la llegada del primer hombre a la luna.
El recorrido de Hasselblad y NASA comenzó siete años antes de la misión Apollo 11, en 1962 durante el programa Mercury. Como entusiasta de la fotografía, el capitán naval y piloto Walter “Wally” Shirra ya era propietario de una Hasselblad 500C. Conocedor de la alta calidad de las cámaras Hasselblad, Shirra sugirió a la NASA que emplee cámaras Hasselblad para documentar el espacio ya que los modelos de cámara empleados previamente solo aportaban resultados insatisfactorios. Después de la compra de varios modelos 500C por parte de la NASA, Hasselblad modificó la cámara para mejorar sus prestaciones y aligerar su peso incluyendo la eliminación de la cubierta de cuero, el obturador auxiliar, el espejo, el visor. También se construyó un chasis para película que permitiese 70 exposiciones en vez de las 12 habituales en esa época y finalmente, se cambió el color externo de la cámara a negro mate para minimizar los reflejos en las ventanas de la nave.
En octubre de 1962 la Hasselblad modificada se encontraba a bordo del Mercury 8 y la calidad de imágenes que capturó Schirra durante sus seis órbitas alrededor de la tierra abrió un nuevo capítulo en la historia de Hasselblad y una larga y estrecha colaboración entre la agencia espacial americana y el fabricante de cámaras sueco que aportaría mucho beneficio a ambos.
Los momentos más icónicos durante la misión Apollo 11 fueron sin duda el descenso y la exploración de la superficie de la luna. La cámara que acompañó a los astronautas fue una Hasselblad Data Camera (HDC) con un objetivo Zeiss Biogon de 60mm ƒ/5,6 y un chasis para película de 70mm que contenía una película Kodak especialmente preparada con una base extra fina que en su conjunto permitía 200 tomas. Además, se usó una Hasselblad Electric Camera (HEC) con un objetivo Zeiss Planar de 80mm ƒ/2,8 para fotografiar desde el interior del módulo Eagle lunar. Instalada en la placa de red se imprimían marcas ópticas fijas para permitir una medición fotogramétrica acorde al negativo. La HDC fue diseñada específicamente para lidiar con las difíciles condiciones de la superficie lunar. Fue presentada en plateado para estabilizar la temperatura del interior de la cámara que atravesaría temperaturas entre -65ºC y +120ºC. No tuvo ocasión de ser testeada en el espacio antes de la misión Apollo 11, lo que, aparte de tratarse de fotografías que solo se podían realizar una vez en la historia, aumentaba la presión sobre los resultados que esta aportaría. ¿Conseguiría traer a casa los resultados que todo el mundo esperaba? Armstrong llevó la cámara acoplada a su pecho y tomó él mismo todas las fotografías.
Después de la exitosa sesión de fotografía del 21 de julio de 1969 la Hasselblad fue llevada al módulo lunar. Una vez extraídas cuidadosamente las películas se desecharon las cámaras y todos los accesorios de soporte junto a muchas otras herramientas y componentes para poder cumplir con los requisitos de peso ligero que requería un retorno seguro. Las siguientes misiones Apollo (un total de 5) que repetirían el aterrizaje en la luna, acabarían abandonando allí 12 cámaras Hasselblad y sus respectivos objetivos que todavía permanecen en la luna.
La colaboración entre Hasselblad y la NASA duró hasta bien avanzado el siglo 21. Durante ese tiempo las cámaras Hasselblad fueron constantemente actualizadas y formaron una parte vital de las misiones tripuladas. Cada desarrollo fue llevado a cabo por una colaboración entre los ingenieros de la NASA y el equipo de manufactura de precisión de Hasselblad. Los resultados finales beneficiarían también al fabricante de las cámaras. Características tales como interfaces de control más grandes (para poder operarlas con los guantes espaciales) han cambiado el diseño de las cámaras Hasselblad profesionales y posteriores misiones requerirían de cambios en su sistema de medición interno.
Al celebrar los 50 años del primer aterrizaje en la luna, Hasselblad se siente orgullosa de ser parte de este importante capítulo de la historia humana y de la historia de la fotografía.
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En el siguiente enlace encontrará fotografías de Hasselblad en el espacio.