Entrevista al Fotógrafo: Javier Sanchez
Su blog tiene como título “Javier Sanchez Fotografía Editorial”. Un título discreto para una colección de fotografías que plasman nuestra actualidad desde una mirada sencilla, pero decididamente particular. Es autor de más de 16 libros y, solo en lo que va de año, ha ganado tres primeros premios, un segundo premio y algún accésit y puesto de finalista en concursos fotográficos nacionales e internacionales.
Hoy ha venido a nuestras oficinas en Madrid para dejarse entrevistar por Robisa.
Javier, con respecto a los reconocimientos que estás recibiendo en los concursos, ¿estás de buena racha o al fin se ven recompensados muchos años de esfuerzo?
Está claro que los años de trabajo y dedicación a la fotografía siempre ayudan para alcanzar algún tipo de reconocimiento, pero también es cierto que hay momentos en los que parece que los astros se ponen de tu parte. Cada día es más difícil ganar premios, pues contamos con muy buenos fotógraf@s, muchos de ellos incluso son aficionados. Lo más importante es tener buen material para presentar, estar a la altura…el resto ya depende del jurado.
En la cabecera de tu blog dice que haces “Fotografía de autor, sobre la naturaleza, arquitectura e industrial”. A primera vista la explicación es igual de discreta que el título. Luego vamos descubriendo tus fotos y lo que surgen son testimonios de nuestra época. La Sierra de Guadarrama en plena ola de frío polar (1), la publicación de “el Bar” sobre bares míticos de Madrid (2), la exposición sobre viejos oficios (3) en la que acompañas a un esquilador, un cantero, un herrero, … Tenemos que preguntarte: ¿Qué te inspira?
Creo que la inspiración casi nunca viene de golpe. Intento siempre preparar la logística, las localizaciones, momentos del día…desde casa, antes de la realización de un reportaje. Luego me acerco al Guadarrama invernal y me paro a mirar sin prisas, pues en la Naturaleza la observación es muy importante. En el caso de los bares de Madrid, era un reto nuevo que exigía más improvisación, pues contaba con personas que iban y venían, algunas incluso no querían salir en la toma. El libro sobre los oficios nos llevó tres años y se trata del proyecto más humano que he realizado hasta ahora. Para conseguir sacar la esencia de cada oficio tradicional era necesario conectar muy bien con cada personaje. Generalmente se trataba de gente mayor que no conocíamos, pero que al final de cada reportaje se creaba una curiosa relación.
En cualquiera de los tres ejemplos es importante «saber estar» en cada lugar y adaptarse bien al medio, es la única manera de sacar adelante reportajes tan dispares.
La serie sobre las Fuerzas Armadas tomada en la Base de Colmenar (4), transmite una sensación de familiaridad a pesar del entorno militarizado. También las últimas fotos que hiciste de la Pedriza (5), la colección sobre los pinos nevados de Valsaín (6) o la foto titulada “Ojo de Presa” de la presa de bóveda de la Almendra (7) (#1 premio en “La Mecánica de Rocas Española”/ SEMR), … todas ellas son imágenes de alta elaboración técnica, sencillas en apariencia y, sin embargo, transmiten ese toque de cercanía y dramatismo tan particular tuyo. ¿Qué le dirías a un joven fotógrafo si te pregunta por cómo desarrollar una mirada particular, un estilo?
Creo que cada fotógrafo tiene que encontrar su propio estilo. Lo veo a menudo cuando llevo a algún grupo a realizar un taller o recorrido fotográfico por la Sierra. Nos encontramos delante de un mismo arroyo o bosque y, cuando ves las imágenes de cada uno te das cuenta de la mirada personal de cada fotógrafo.
No obstante, siempre doy el mismo consejo: hay que sintetizar, buscar líneas sencillas, conductoras que nos ayuden a recorrer cada imagen, eliminando elementos que molesten, es decir, hay que pensar como un niño y fotografiar como ellos dibujan: con sencillez.
Un joven fotógrafo puede aprender de otros, sobre todo viendo muchas exposiciones, pero al final tiene que ser capaz de descubrir su «firma», de manera que la gente, sin ver la autoría de una imagen, sepa que es suya.
Al observar la fotografía que quedó como finalista en PHOTOINGENIA titulada «Mirador del Océano» (8), que muestra a un niño caminando solo sobre el Mirador de Abrante (La Gomera) frente a ese vertiginoso acantilado y un mar que desaparece en las brumas, surge la pregunta, ¿cuánto porcentaje de tu trabajo atribuirías al factor improvisación?
Al Mirador de Abrante me acerqué en dos ocasiones y siempre estaba muy cubierto. En esta ocasión me quedé casi dos horas esperando a que la niebla levantase, pero apenas lo hizo durante unos segundos. Entonces me fijé en el pequeño de la imagen que se dirigía en solitario a ese mirador infinito y no dudé en fotografiarle. Más que la improvisación, en este caso fue, por un lado saber esperar y por otro ser resolutivo cuando las circunstancias no acompañan. ese día no pude hacer la foto que llevaba en mente, pero sí encontrar una imagen con mucha más fuerza. Las fotografías buenas son las que saben trasmitir algo.
Esa foto la realizaste con un objetivo Tamron, ¿verdad? Pero muy a menudo tienes montado un objetivo Samyang, ¿cómo de cómodo te sientes improvisando con tus Samyang?
Sí, la hice con un Tamron 17-50mm que siempre me acompaña en mis viajes. Empezar a trabajar con Samyang fue todo un descubrimiento. Primero utilizaba un 8mm (ojo de pez) para trabajos en 360º, uniendo 6 fotografías. Hace poco más de un año, al montar el 8mm en una cámara EVIL descubrí que se podían realizar interesantes retratos con esta focal, resultando una imagen muy cercana al personaje y su contexto.
También utilizo mucho el 12mm y el 14mm. Son ópticas muy ligeras, rápidas y de sencillo manejo, a pesar de ser manuales, sobre todo si se trabaja con la distancia hiperfocal.
Como fotógrafo editorial, tus imágenes pueden usarse en formatos muy grandes y en impresiones que requieren un acabado final inmaculado. ¿Cómo es que tantas veces te decides por trabajar con ópticas Samyang?
Casi todos los años participo en las exposiciones que realiza Lunwerg y AXA en la Feria del Libro del Retiro. Son imágenes ampliadas a 180 cm y por lo que he podido ver tanto Samyang como Tamron aportan tanta calidad como otras ópticas de marcas más reconocidas. Me gusta utilizar Samyang para tomas con ultra gran angulares en cámaras más pequeñas, ideales por ejemplo para fotografía urbana (Street Photography), industrial y de arquitectura. La construcción y calidad final son excelentes, ideales para grandes formatos.
¿Qué pedirás cuando soples las velas en tu próximo cumpleaños?
Pediría lo mismo que deseo a todos los amigos fotógrafos cuando les felicito en facebook: «Te deseo las mejores luces»
Muchas gracias por haber venido, Javier. Como siempre, es todo un placer conversar contigo.
Más información sobre Javier en su WEB
Podéis seguirlo en su página de FACEBOOK
Texto: Susanne Semrau
Fotografía: Julio C Fdez
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