La increíble fotografía de Ottavio Giannella con la Hasselblad X1D II 50C
Mayo en Islandia, por la noche, el sol aún está alto en el cielo que no se espera que se ponga hasta casi medianoche.
Tan pronto como Ottavio escuchó las noticias sabía que tenía que ir. Después de todo, es la primera erupción volcánica en la península en 800 años. Reykjavík, la capital, está a solo 40 kilómetros, lo que se traduce en una oportunidad única para disfrutar esta erupción de cerca.
Ottavio Gianella alaba las virtudes de su cámara Hasselblad en este reportaje fotográfico
Islandia tiene una política de seguridad bastante laxa, incluso los turistas pueden observar el evento desde una distancia de seguridad. No obstante, la gente todavía tiene que prestar atención a la información en tiempo real que da el departamento de seguridad local. Además, se recomienda llevar sensores y máscaras respiratorias para prevenir exponerse a los gases tóxicos del volcán.
Los volcanes son sujetos particulares. Un fotógrafo debe sincronizarse con los caprichos de su actividad, especialmente en el tiempo y la intensidad de cada erupción. «Cuando es mucho menos explosiva y más dulce, puedes usar una velocidad de obturación más lenta, mientras después, para capturar las explosiones, necesitas velocidades más lentas y aperturas más pequeñas para tener una bella profundidad de fondo y un mejor detalle», explica Gianella.
El volcán Fagradell se encuentra a 40 minutos en coche de Reikiavik, la capital de Islandia
Sin aumentar el ruido, las zonas oscuras de estas imágenes ofrecen una increíble nitidez
Cuando la lava ardiente erupciona desde la Tierra la temperatura puede llegar hasta los 800Cº. Los brillantes destellos de la lava cautivan la vista y también compiten por la atención de la cámara. Esta exposición supone un gran reto a la hora de fotografiar.
«Es una escena muy rápida y brillante, con un fondo realmente oscuro. Necesitas tener la luz adecuada y una medición de sombras capaz de capturar cada detalle de un sujeto tan variado», continúa el fotógrafo de Hasselblad.
La lava cobra vida en estas im´ágenes gracias a la calidad inigualable de Hasselblad
Cuando la lava ardiente erupciona desde la Tierra la temperatura puede llegar hasta los 800Cº. Los brillantes destellos de la lava cautivan la vista y también compiten por la atención de la cámara. Esta exposición supone un gran reto a la hora de fotografiar.
«Es una escena muy rápida y brillante, con un fondo realmente oscuro. Necesitas tener la luz adecuada y una medición de sombras capaz de capturar cada detalle de un sujeto tan variado», continúa el fotógrafo de Hasselblad.
El movimiento de estas erupciones parece cobrar vida en estas fotos en las que Gianella quiso evadir el HDR
Otavvio viene preparado. Dispara con su cámara Hasselblad X1D II 50C y sus tres objetivos: un objetivo gran angular HCD 4,8/24MM, un estándar HC50 II para imágenes panorámicas y disparos medios y un XCD 135 telefoto para detalles más cercanos. A pesar de fotografiar un paisaje dinámico con un alto contraste, Gianella hizo una audaz determinación: «he decidido sacar la foto sin hacer ningún disparo para editar en HDR. Quiero inmortalizar el movimiento real de esta escena con cada salpicadura de lava».
El paisaje volcánico de Islandia sirvió para sacar a relucir la calidad óptica de la X1D
Observando cada momento del volcán, Ottavio se queda en su sitio desde el amanecer hasta el atardecer. A las 11 de la noche el cielo se convirte en un resplandor, casi como si un volcán también lo hubiera encendido. Una pareja se sienta al lado y comienza a observar este espectáculo milenario. Gianella inmortaliza la escena y la captura en su X1D II 50C. «Fue muy romántico, quise llevarme esta bella estampa conmigo. Parecía surrealista, como ver una pareja en frente de una chimenea», detalla.
Observando cada momento del volcán, Ottavio se queda en su sitio desde el amanecer hasta el atardecer. A las 11 de la noche el cielo se convierte en un resplandor, casi como si un volcán también lo hubiera encendido. Una pareja se sienta al lado y comienza a observar este espectáculo milenario. Gianella inmortaliza la escena y la captura en su X1D II 50C. «Fue muy romántico, quise llevarme esta bella estampa conmigo. Parecía surrealista, como ver una pareja en frente de una chimenea», detalla.
Una estampa de pareja en un entorno poco común era un momento imprescindible de inmortalizar para el fotógrafo
El atardecer dio paso consigo a las últimas erupciones del día, que concluyeron totalmente en septiembre de 2021
A las 4 de la madrugada, las luces del cielo islandés se encienden una vez más. El volcán ha estado activo toda la noche y el sol, después de un ligero descanso, aparece rosado tras las montañas. Viéndolo por primera vez parece como si se confundiera con otro volcán desperezándose.
El volcán Fargradale estuvo activo durante seis meses hasta que murió a finales de septiembre de 2021. Con sus antiguos vapores, un extensa lava remodela la superficie y revela la vitalidad interna de la Tierra: sobrecogedora, impactante y extrañamente asombrosa.
Las columnas de lava pueden ascender hasta los 300 metros de alto y su calor es impresionante. Tuve que comprobar que el viento no cambiaba, si lo hacía mí tendría que haberme ido para evitar que las ardientes piedras me golpearan».
«Fue fantástico. Te hace comprender plenamente cómo se crean las formaciones rocosas que componen nuestro planeta. Fue como viajar millones de años atrás y ver cómo todo fue creado naturalmente de un modo casi inexplicable«, concluye el fotógrafo.
Ottavio Gianella es un fotógrafo afincado en Italia que busca y captura fenómenos y perspectivas únicas en todo el mundo. Ha desarrollado su trabajo en más de 20 países incluyendo extensivas expediciones ártica para capturar la aurora boreal. Su trabajo ha sido publicado en medios como National Geographic y The International Post.
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